miércoles, 30 de noviembre de 2011

Dioses, demonios y otras leyes


Tengo dos jefes: uno vendió hace tiempo su alma al Diablo (el olor a azufre, eso sí, nos llega a todos) y el otro no es que crea en Dios es que él es Dios (una deidad que exige sacrificios de sudor y sangre). Y ahí andamos toda la plantilla en un Purgatorio permanente. Y que conste que yo les tengo cariño (debo padecer el Síndrome de Estocolmo o algo así)

De acuerdo que la papeleta nacional no ayuda a nada ni a nadie y los empresarios no son una excepción. No hace falta que el gobierno recorte nuestros derechos y facilite a los empresarios despidos, reducciones de salarios y lindeces varias.

Ahí van las nuevas leyes de mi empresa:
(Impuestas en un momento de enajenación mental –espero que transitoria- por mis jefes, Satán y Lucifer):

-          Nuevos horarios: entras a las 9 pero no sabrás a qué hora sales.
-          No se pagarán bajo ningún concepto horas extras (aunque te tires un mes saliendo a las 12 de la noche).
-          La prioridad del empleado debe ser su trabajo y las necesidades de la empresa: se acabó la vida privada de lunes a viernes (y los fines de semana ya veremos que para eso tenemos todos Blackberry –buenísimas oye-).
-          Se prohíbe ser madre porque afecta al buen funcionamiento de la empresa (¿Nos pondrán anticonceptivos en el agua o un tapón en…?)  Si alguna tiene ‘tal capricho’ tiene toda la libertad del mundo para irse (jajajaja).
-          Una mujer que acaba de ser madre deja de ser operativa/creativa/proactiva para la empresa que decidirá qué lugar ocupará a su vuelta, ¿auxiliar de mantenimiento?, si es que antes no se ha ido libremente, claro.
-          Si estás de baja, salvo que sea un caso de vida o muerte, se debe ir a trabajar. Y si es de vida o muerte al menos estar operativo (hasta que te mueras, obvio).
-          No se puede comer en la oficina que luego huele. No habrá cheques restaurante, ni tiempo para salir a comer. (Pues eso que de lunes a viernes no se come y punto, además no nos vendrá mal que algunas se nos está poniendo un culo enorme con tantas horas sentadas delante del ordenador).
-          Si se engorda más de cinco kilos en un año, es falta grave: si tú te descuidas, descuidarás a la empresa y a tus clientes.
-          A los 40 años una mujer deja de ser ‘operativa’ para la empresa (¡Coño! Me queda menos de 2 años)

Y aunque parezca mentira no trabajo en un burdel ni tampoco sin papeles (con todos mis respetos para aquellos que lo sufren)

Hoy acaban de anunciar que Rajoy presentará a los representantes de los sindicatos y la patronal su nuevo modelo de reforma laboral que será ‘duro’. ¡Me parto y me mondo!!!

4 comentarios:

Lola dijo...

jo..... vaya normas, que barbaridad

paciencia y bueno, a ver si cambias pronto

besos

Candela Guevara dijo...

Cuando se puede me lo tomo con humor y mucha, mucha ironía. Gracias por tu apoyo.

Laila dijo...

Llego por casualidad pero ME ENCANTAAA jajaja
cuanta verdá escrita entre líneas (nótese el sarcasmo)

Merce dijo...
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