martes, 24 de septiembre de 2013

Donde el corazón te lleve


Porque hay lugares a los que nunca se llegará sólo con la razón. Porque el corazón tiene razones que la razón no entiende. Porque el corazón es el motor de la vida. Porque lo que hoy siente tu corazón, quizá mañana lo entenderá tu cabeza. Porque no se ama verdaderamente sino cuando se ama sin razón. Porque un corazón roto, siempre, tiene la capacidad de regenerarse. Porque sin corazón nos volvemos serés despiadados. Porque hay veces que de corazón preferirías no tener razón.
 
Por eso y por mil cosas más, quizá, deberíamos ir más a menudo donde el corazón nos lleve.

jueves, 19 de septiembre de 2013

¿Olvidar y perdonar?


Nunca he sabido muy bien la diferencia entre perdonar y olvidar. Quizá porque no soy una persona rencorosa. Quizá porque hasta ahora ni tan siquiera me había parado a pensarlo. Quizá porque siempre he confiado en que el tiempo, de alguna forma, pone todo en su lugar o tal vez porque nunca he creído que fuera posible el perdón sin el olvido.
 
Perdonar no es olvidar, es aceptar sin resentimiento ¿Pero es esto posible hacerlo de corazón? Evidentemente, depende de lo que haya que perdonar y a quién y por supuesto también del tiempo… No es que crea en el odio injustificado, pero sí creo que es lícito e inevitable como un sentimiento de rechazo ante un dolor infligido. Tampoco creo en la venganza, aunque sí me gustaría pensar que la vida al final pone a cada uno en su lugar. Con lo años me he vuelto incrédula sobre lo de 'todo se paga en esta vida' porque a la vista está que en muchos casos hay algunos que se escapan de rositas, como hay otras veces que pagan justos por pecadores.
 
Perdonar no exige poner la otra mejilla o exponerse con la herida abierta, tampoco nos obliga a ser amigos de quienes nos traicionaron. Ni amigos ni enemigos. Hay incluso quienes necesitarían más de un perdón, pero bueno en esos fangos no me meto que para eso ya está la conciencia de cada uno. Por eso, prefiero perdonar a que me perdonen porque así al menos uno tiene la oportunidad de recobrar la paz, la tranquilidad y el equilibrio. Ojalá en la vida no hubiera nada que perdonar, nada que lamentar y nada que olvidar.
 
 
Perdonar no quiere decir que olvidemos.  Nunca se olvida del todo. Tampoco creo que uno pueda plantearse perdonar como si estuviese conjugando un verbo, simplemente ocurre, simplemente deja de doler. Si lo piensas, es fácil perdonar, pero no tan fácil olvidar que has tenido que hacerlo...
 
Así  de profunda estoy hoy (y ahora me voy a dar un baño a ver si se me pasa).